Yo, caminando bajo un manto encapotado de luz carmin, persigo nubes, nubes grandes y pequeñas, nubes ociosas y simpáticas, de todos los colores, nubes guardadas en cápsulas de aire, escribo sobre ellas un relato maldito para ser leído por el cielo arañado de luciérnagas.
3 comentarios:
Me gusta mucho lo que escribes aqui.
Un placer venir a leerte.
Un saludete
El placer de observar el cielo, de unir las palabras para poder describirlo.
Yo persigo una luna, pero las nubes no me dejan verla con claridad... nubes oscuras que impiden la visibilidad...
Lindo relato... Un besote!
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