lunes, 23 de febrero de 2009

MTV WINTER VALENCIA 2009







El entorno vanguardista y futurista de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia es el escenario perfecto para el MTV Winter Valencia 2009.

Franz Ferdinand, Mando Diao y Starsailor conforman el espectacular cartel de la segunda edición del evento invernal de MTV en Valencia.

jueves, 5 de febrero de 2009

Yo digo basta YA.



- ¿Son un arte las corridas de toros? ¿Están en igualdad de condiciones el toro y el torero cuando se enfrentan en el ruedo? Siempre pensamos que sí. Este artículo nos cuenta como son tratados los toros antes de la corrida y créame pone los pelos de punta.

- Tal vez hayas oído que la fiesta de los toros es un arte, pero no lo es... Es una Ciencia... la ciencia de la Tortura.
Nada en la fiesta brava es genuino, solo el dolor.
- Se cree valiente pero no lo es, no tiene carácter fuerte. 24 horas antes de entrar en la arena, el toro ha sido sometido a un encierro a oscuras para que al soltarlo, la luz y los gritos de los espectadores lo aterren y trate de huir saltando las barreras, lo que produce la imagen en el publico de que el toro es feroz, pero la condición natural del toro es huir NO atacar. También se le han recortado los cuernos para proteger al torero. Le colgaron sacos de arena en el cuello durante horas.
Lo golpearon en los testículos y los riñones Le indujeron diarrea al poner sulfatos en el agua que bebió Todo esto es con el fin de que llegue débil al ruedo y en completo desorden. Se le ha untado grasa en los ojos para dificultar su visión y en las patas se le puso una sustancia que le produce ardor y le impide mantenerse quieto, así el torero no desluce su actuación.
Los caballos de los picadores se eligen a caballos que ya no tienen valor comercial, por que el animal muere en 3 ó 4 corridas a lo mucho, es muy habitual que el animal sufra quebraduras múltiples de costillas o destripamientos. Se les coloca un peto simulando que se les protege, pero en realidad se trata de que el público no vea las heridas al caballo que con frecuencia presentan exposición de vísceras.
- El trabajo del picador:
Si el torero percibe que el toro embiste con mucha energía, ordena al picador hacer su trabajo: consistente en desangrar al toro para debilitarlo, clavándole en el lomo una lanza que destroza músculos (trapecio, romboideo, espinoso y semiespinoso, serratos y transversos de cuello) Lesiona, además, vasos sanguíneos y nervios.
Esto es para que el torero pueda brindar la expresión artística que se supone debe tener este espectáculo. Un solo puyazo podría destrozar al toro, por eso se hace en tres tiempos "para mayor goce de la afición".
- Las banderillas:
Las banderillas aseguran que la hemorragia siga. Se intenta colocarlas justo en el mismo sitio ya dañado con los ganchos de metal. El gancho se mueve dentro de la herida con cada movimiento del toro y con el roce de la muleta, el peso de las banderillas tiene precisamente esa función.
Algunas banderillas tienen un arpón de 8 cm, y se les llama "de castigo", a las cuales es sometido el toro cuando ha logrado evadir la lanza del picador. Las banderillas prolongan el desgarre y ahondamiento de las heridas internas. No hay límite al número de banderillazos: tantos como sean necesarios para desgarrar los tejidos y piel del toro.
- Demostrando Valor:
La pérdida de sangre y las heridas en la espina dorsal impiden que el toro levante la cabeza de manera normal, y es cuando el torero puede acercarse. Con el toro ya cerca del agotamiento, el torero no se preocupa ya del peligro y se puede dar el lujo de retirarse del toro después de un pase especialmente artístico, echando fuera el pecho y pavoneándose al recibir los aplausos del público Cuando el toro alcanza este estado lastimero, el matador entra en el ruedo en una celebración de bravura y machismo, a enfrentarse a un toro exhausto, moribundo y confundido.
- La Espada:
El toro es atravesado con una Espada de 80 cm de longitud, que puede destrozarle el hígado, los pulmones, la pleura, etc., según el lugar por donde penetre en el cuerpo del animal de hecho, cuando destroza la gran arteria, el toro agoniza con enormes vómitos de sangre. A la hora de matar, si el toro corre con un poco de suerte muere de una estocada, pero no como se piensa de una estocada al corazón si no que la espada penetra pulmones y diafragma, a veces una arteria mayor, y de ahí la hemorragia que se aprecia del hocico y de la boca. A veces mueren ahogados en su propia sangre.
- La tortura sigue: el toro, en un intento desesperado por sobrevivir, se resiste a caer, y suele encaminarse penosamente hacia la puerta por la que lo hicieron entrar, buscando una.
salida a tanto maltrato y dolor. Pero entonces lo apuñalan en la nuca con el DESCABELLO, otra larga espada que termina en una cuchilla de 10 cm. A pesar de estos terribles tormentos, el animal no suele morir de inmediato por su gran fuerza, pero finalmente cae al suelo, porque la espada a ido destrozando sus órganos internos.
Asesinos cobardes: la tortura sigue, lo rematan con la PUNTILLA de 10 cm. con lo que intentan seccionarle la médula espinal, a la altura de las vértebras atlas y axis. El toro queda así paralizado, sin poder siquiera realizar movimientos con los músculos respiratorios, por lo que muere por asfixia, muchas veces ahogado en su propia sangre, que le sale a borbotones por la boca y la nariz.
- El arrastre: después que le destrozan las vértebras, el toro pierde control sobre su cuerpo desde el cuello hacia abajo, sin embargo hacia arriba se mantiene intacto, por lo que esta conciente de todo el horror y de cómo es arrastrado fuera del ruedo. no seas indiferente a su dolor ¿Alcanzas a ver la lágrima escurriendo? No seas participante de estos eventos, no es humano presenciar, esas tradiciones no van con el siglo XXI.
- Reflexiona; "la conmiseración con los animales está íntimamente unida con la bondad de carácter, de tal manera que se puede afirmar de seguro, que quien es cruel con los animales no puede ser buena persona". Schopenhauer.
Solo los sicópatas se gozan tu eres uno de ellos reflexiona renuncia, esta es una tradición que NO debe continuar.
- ¿Cómo puedes Ayudar?:
No asistas a corridas de toros.
No apoyes a políticos, artistas y comunicadores asociados a esta barbarie.
No consumas productos de empresas que los patrocinen.
Pero lo más importante... Enseña a tus hijos el respeto por los seres vivientes

lunes, 2 de febrero de 2009

sentir.


Sentir el retroceso del aire hasta donde no nos llega la vista. Respirar sin parar hasta sentir que todo es de azahar. No mirar hacia atrás. Dibujar nombres en el suelo mojado por la escarcha. Esperar sentado tras una esquina a que el tiempo no pase de largo. Abrir la puerta y ver que en el otro aldo no hay nada más que tu mismo. Abrir un libro por cualquier página y descubrir que el olor que desprende es diferente del de las demás. Contemplar los rostros de la gente hasta ver pasar uno que se adapte a tus necesidades. Observar la palma de tu mano en busca de alguna señal. Girar sobre ti mismo para ver que todo es nada. Ver la lluvia caer mirando al cielo. Todo está en el aire. Escribir una palabra para ver que detrás de ella se esconde otra. Tocar el agua y ver que las ondas que se forman son una mera proyección de nosotros mismos. Interntar caminar sin que el cabello ondee al viento. Sin que el aire tenga nuestro aroma. Contemplar las paredes y ver que detrás de ellas está nuestra sombra, O la de otras miles de personas. No podría decirse que el mundo es nuestra sombra? Correr las cortinas para que el cielo azul entre en nuesta habitación.

sábado, 31 de enero de 2009

Mi padre


Hoy la actualización está dedicada mi padre. No sé por qué, supongo que porque ayer me puse a pensar y me quedó muy claro que no sé que haría yo sin él. La fotografía que he puesto hoy es de la Alameda del pueblo de mi padre, Foios. Me cuenta que el de pequeño solía jugar ahí, a subirse a las palmeras. Justo enfrente estaba y sigue estando su antiguo colegio. También me cuenta cuando el y sus amigos jugaban al lado de las acequias a los indios, y que después de jugar se tomaban un refresco que se llamaba Magnesia. Y que eran pobres, sí, pobres, que vivían todos en una misma habitación, y que la primera vez que vió una ducha le pareció estar en el Pararíso. Me encanta que mi padre me cuente cosas sobre su vida, de cuando el era un niño. También me contaba que a los 14 años le pusieron a trabajar y que desde entonces no ha parado. No os imaginais el respeto que le tengo, y las ganas de llorar que me entran al pensar que solo lo veo 4 veces al mes, porque vive lejos. Ganas de llorar cuando lo veo venir los fines de semana a por mis hermanos y por mí, y que nos lleva a la sierra, y sonríe, está feliz, porque está con nosotros, con sus hijos. Ganas de llorar al pensar por todo lo que ha pasado. Mi padre. Ya tiene 50 años, y dentro de dos semanas cumple 51. Así se lo dije ayer por la noche, por teléfono (me llama todas las noches, mi momento preferido del día). Y me dijo: "Ya ves Irene, como pasa el tiempo. Aún me parece que fue ayer cuando yo tenía 10 años y jugaba por las acequias a perseguir lagartos". Y lloré, vaya que si lloré cuando acabé de hablar con él. Y no sé, siempre paso la semana esperando que llegue el viernes para verle, esperando ver su coche para que me lleve a Foios, para que paseemos mis hermanos, el y yo por su pueblo, por las calles donde tantas veces había pasado. Y cuando lo veo me parece la mejor persona del mundo. Sí, lo es. Ya solo por el simple hecho de hacer lo que hace por nosotros, sus hijos, ya es la mejor persona del mundo. Y no sé que haría si no lo tubiera, ya es demasiado horroroso verle tan poco. Pero al menos le veo. Sí, le veo. Qué rápido pasa el tiempo eh, Irene? Sí, papá. Le quiero. Se llama Salvador, oh sí, a mi me ha salvado la vida.

viernes, 30 de enero de 2009

Qué es el amor?


No hemos inventado nada nuevo, ni siquiera hemos aprendido a amar, estamos perdidos... como en un sueño. El amor debería ser un milagro en el que soñamos la felicidad del otro. Por eso no creas nunca que el amor te pertenece, porque en ese preciso instante desaparecerá... como un sueño, porque el amor es un sueño en el que sueñan dos.

jueves, 29 de enero de 2009

Albert Einstein






"Nunca pienso en el futuro, siempre llega demasiado pronto"

miércoles, 28 de enero de 2009

Eyes

Quiero ahogarme en los ojos de alguien. No, en los tuyos no. En los tuyos tampoco. Quiero ahogarme en los ojos de alguien especial. Alguien que no tema echarse a volar. Alguien a quien no le importe el color de piel del que está sentado a su lado, respirando, sintiendo, mirando, como él. Alguien a quien no le importe si mi amigo besa a otro chico o si su amiga acaricia a otra mujer. Quiero ahogarme en los ojos de alguien que sienta como igual a todas lss personas, sean de donde sean, coman lo que coman, recen lo que recen. En los ojos de alguien que no vende sonrisas infantiles por dinero. En los ojos de alguien que no tiene prejuicios. Eres tu así?

martes, 27 de enero de 2009

Amelie te va a cambiar la vida.




Amelie tiene de repente la extraña sensación de estar en total armonía consigo misma, en ese instante todo es perfecto, la suavidad de la luz, el ligero perfume del aire, el pausado rumor de la ciudad. Inspira profundamente y la vida ahora le parece tan sencilla y transparente que un arrebato de amor, parecido a un deseo de ayudar a toda la humanidad la empapa de golpe.

domingo, 25 de enero de 2009

Los amantes del Círculo Polar.


Los Amantes del Círculo Polar es una de las obras cumbres del cine español y de su director, Julio Medem. Son abundantes sus detractores pero también las personas que aman esta película, siendo uno de esos films que no deja indiferente a nadie.

Es una historia de amor entre dos personas que se conocen por una casualidad siendo niños y a partir de ahí una serie de casualidades harán que sus vidas se vean unidas para siempre.

Los protagonistas están interpretados por Fele Martínez y Najwa Nimri, en mi opinión los dos hacen la mejor actuación de su carrera, sobre todo ella, transmitiendo de manera maravillosa la conexión, la intimidad y la intensidad de la relación entre Otto y Ana y haciendo que el espectador se involucre hasta el fondo.



Está contada desde el punto de vista de cada uno de los protagonistas, jugando con el tiempo, yendo hacia atrás y hacia delante en la historia y viendo los mismos hechos desde los ojos de Otto o de Ana, dos almas que convergen.




Otto y Ana son dos nombres capicúas, que se pueden leer al derecho y al revés, al igual que la película que acaba como empieza y empieza como acaba, en un ejercicio cinematográfico y de guión excelente, digno de estudio en escuelas de cine por su estructura complicada que encaja con el espíritu de la historia a la perfección.

sábado, 24 de enero de 2009

Ana Frank. Diario









13 de diciembre de 1942.

"Nuestros pensamientos varían tan poco como nosotros mismos. Pasan de los judíos a la comida y de la comida a la política, como en un tiovivo. Entre paréntesis, hablando de judíos: ayer, mirando por entre las cortinas, y como si se tratara de una de las maravillas del mundo, vi pasar a dos judíos. Fue una sensación tan extraña... como si los hubiera traicionado y estuviera espiando su desgracia."

viernes, 23 de enero de 2009

Grande Freddie Mercury.


Freddie Mercury (Stone Town, Zanzíbar, Tanzania, 5 de septiembre de 1946 - Londres, Reino Unido, 24 de noviembre de 1991), nacido bajo el nombre de Farrokh Bomi Bulsara, fue un músico inglés, conocido por ser el vocalista del grupo británico de rock Queen. En la banda ejercía de solista, compositor, pianista y guitarra ocasional en los conciertos. Está considerado uno de los mejores vocalistas de la historia del rock, a tal grado de ser considerado a través de una encuesta reciente como el "dios" del rock mismo.

En 1971 John Deacon se convirtió en un miembro más de la banda completando así los Queen. Freddie diseñó el logo de la banda usando sus signos del Zodíaco: dos leones como signos de Roger y John (Leo), un cangrejo como signo de Brian (Cáncer) y dos hadas como signo del propio Freddie (Virgo). Freddie fue el autor de la primera canción de Queen que entró en las listas británicas (Seven Seas Of Rhye), el primer gran éxito (Killer Queen) y la más famosa de todas las canciones de Queen que estuvo en lo más alto de las listas durante 9 semanas: Bohemian Rhapsody. Freddie siempre fue considerado el jefe de filas de la banda.

En 1975 Queen realizó una gira por Japón. La multitud de fans chillando fue algo constante fueran donde fueran. Realmente les sorprendió la forma en la que fueron recibidos. Freddie se enamoró de Japón y se convirtió en un coleccionista fanático de antigüedades y obras de arte japonesas.

El 7 de octubre de 1979 Freddie actuó con el Royal Ballet. Él nunca había participado en un ballet anteriormente pero era algo que él siempre había querido intentar. Las canciones que eligió para actuar eran Bohemian Rhapsody y Crazy Little Thing Called Love. La orquesta tocó las canciones mientras Freddie cantaba en vivo. El primer baile de Freddie fue en Bohemian Rhapsody, en la que actuó con talento enfrente de un teatro lleno de gente que sabía de ballet. Les entusiasmó y recibió una ovación apoteósica en ambas actuaciones.

En 1980, con el cambio de década, Freddie cambió su imagen. Se cortó el pelo y se dejó bigote. Sus fans empezaron a enviarle esmalte para uñas y cuchillas de afeitar. El cambio de década supuso también el acercamiento de Queen a la música funk y disco y a un alejamiento del rock propiamente dicho.

Al final de 1982 todos los miembros de Queen decidieron que querían tomarse un descanso. Anunciaron que no irían de gira en 1983. Freddie había estado pensando hacer un álbum en solitario alguna vez y ahora él tenía tiempo para hacerlo. Alquiló un estudio en Musicland, Munich y empezó a trabajar a principios de 1983. Durante ese tiempo conoció a Giorgio Moroder, que estaba trabajando en una nueva versión de la película muda de ciencia ficción Metropolis (1926), de Fritz Lang. Le preguntó a Freddie que se pensase si quería colaborar en la banda sonora de aquella película, algo que Freddie aceptó. Él nunca había escrito canciones con nadie más aparte de con los miembros de Queen y nunca había grabado las canciones de otra persona con la excepción de sus primeras grabaciones bajo el seudónimo de Larry Lurex. El resultado de esta cooperación fue la canción Love Kills.

En mayo de 1983 Freddie asistió a una actuación de Un ballo in maschera de Giuseppe Verdi en la Ópera Real. Era la primera vez que veía a la diva de la ópera Montserrat Caballé pero la fuerza y la belleza de su voz le hipnotizó.

En 1984, Queen regresa con energías renovadas y olvidándose en parte del funk y el disco, para regresar a la música que les hizo famosos en los 70, pero ya sin abandonar el pop. El 10 de septiembre de 1984 fue lanzado el primer sencillo en solitario de Freddie. Fue el tema que había compuesto con Giorgio Moroder para Metropolis: Love Kills.

El primer sencillo de su álbum en solitario todavía sin editar fue I Was Born To Love You. Esta canción fue estrenada el 8 de abril de 1985. Tres semanas más tarde el primer álbum de Freddie en solitario fue lanzado por la CBS Records con el título Mr. Bad Guy. No obstante, el disco fue un fracaso comercial.

El 13 de julio de 1985 fue un día especial para Queen y para Freddie. Fue el día de Live Aid (Ayuda en directo) que fue retransmitido en directo a más de mil millones de personas de todo el mundo. Queen se aseguró su propio lugar en la historia como reconocieron periodistas, fans, críticos y público en general.

En 1986 tuvo lugar la última gira de Queen. El Magic Tour recorrió Europa durante dos meses, acabando en Knebworth Park, el 9 de agosto. Esa fue la última actuación en directo de Freddie Mercury con Queen.

El 24 de Noviembre de 1991, horas después del anuncio de su enfermedad, Freddie muere de bronconeumonía multilobar actuando como infección oportunista relacionada con el SIDA en presencia de su pareja y del cantautor Elton John en su casa de Garden Lodge en Londres. Su último deseo fue el relanzamiento de Bohemian Rhapsody con el objeto de recaudar fondos para la lucha contra el SIDA.

miércoles, 21 de enero de 2009

libres

El cielo se cae continuamente sobre nuestras cabezas. Pero el tiempo pasa tan ràpido que no nos damos cuenta. Somos, sentimos, pensamos, actuamos. Siempre planeando el cambio. Siempre sin frenos. Que si el cielo es de algodón y el agua de suspiros. De qué somos las personas? Unos de galleta bañada, otros de carbón moteado. Y somos nosotros los que dejamos que el cielo se nos venga encima. Y somos nosotros quien pasamos las páginas buscando una solución. Y es el tiempo quien pasa las páginas por nosotros. El tiempo, nuestro gran confidente.

martes, 20 de enero de 2009

Relatos de Liz (II)



Odiaba la entrada al periódico. Tantas puertas que al final solo conducen al mismo lugar. El Periódico. Un nombre demasiado dulce para ese horroroso lugar, pensaba Liz. Sólo había mesas, sillas, ventanas y suelo, claro, todo gris. Qué se podía esperar del señor Nimer? El señor Nimer era el jefe del periódico, un tipo barrigudo, para ser exactos, y con un alma engañosa. El decía que la finalidad del periódico era informar a toda la gente que necesitase saber que pasaba en su ciudad. Y una mierda, pensaba Liz. Si a ese señor sólo le importaba informar no estaría Liz todos los días hasta las doce de la noche, o más, trabajando por dos miserias. No, no.

Ya se había ido todo el personal, sólo quedaba él. Y el flamante jefe, por supuesto. Estaba Liz enfrascado en una columna nueva cuando una voz le sobresaltó:

-Señorito Buguer, aún está usted aquí? - el flamante señor Nimer hizo acto de presencia. -Sí, señor. Recuerde que hace unas horas me instaba a que acabara esta columna antes de mañana por la mañana. Y eso estoy haciendo - replicó Liz sin sacar su mirada de lo que escribía. -Ah, cierto. Pues le dejo. Cierra usted todo, vale? - dijo Nimer, dejándole sobre la mesa un manojo de infinitas llaves. -Sí, señor - Liz acercó las llaves hacia si. Nimer se alejó con paso rechoncho hacia la puerta de salida y Liz se quedó allí, escribiendo una mugrosa columna que ni siquiera llevaría su nombre, solo.

Cuando salió del periódico, allá a la una de la madruagada, no esperaba que el frío viento le azotara la cara. Ayer no se trajo la bicicleta, por lo que tuvo que hacer el camino de vuelta a pie, bajo las calles oscuras y el cielo vacío de nubes.

Durante el camino no pensó en nada, no quería pensar, y tampoco le hubiera sido posible de haber querido. Mente liada. Cuando entró a su piso encendió la débil luz que alumbró toda la estancia y cerró la puerta tras de si. Se dejó caer en una silla y cerró los ojos. Pero qué hacia él en este mundo? No podría contestar. Ni quería. La luz proyectaba sombras en las paredes blancas, desconchadas. Se quedó embobado mirándolas. Se levantó y se acercó a su escritorio, cogió una foto del cajón y la observó. Era Thais. Ella, la hija de Nimer. Lo único bueno que había traído Nimer a este odioso mundo. Liz aún recordaba cuando Thais y él iban a clase juntos. Podría decirse que eran los mejores amigos. O no. Aun recordaba su oscuro cabello moverse al correr. O sus labios dibujar una sonrisa. Pero sólo eran eso, recuerdos. Liz siempre estuvo enamorado de ella, y se decía a si mismo que si la volviera a ver se enamoraría otra vez de su pelo y de su sonrisa. Pero ya no estaba allí. Un día, cuando Liz contaba con 16 años, se encontró con que ya no veía a Thais por las calles, ni jugando, ni llorando. Suponía que se habría ido de la ciudad. Por qué? Haciá ya tres años que no sabía nada de ella, ni una carta, ni una visita, nada. Tampoco tenía el valor suficiente para preguntarle a Nimer. Por qué Thais ya no está aquí? Por qué ya no puedo ver su sonrisa, ni cogerla de la mano? No, no tenía el valor suficiente. Y allí estaba Liz, tirado en una silla, con la fotografía en sus manos y sus ojos en los ojos de ella. Y juró que la volvería a ver. Lo juraba. Y esperó a que amaneciera, para esta vez sí, coger la bicicleta y ahogarse entre las calles. Hoy no pensaba acudir al periódico. No lo haría. Thais.

jueves, 15 de enero de 2009

Relatos de Liz.




Liz solía despertarse pronto todas las mañanas. Lo primero que le acariciaba el rostro no era la piel de ella, sino la débil lámina de luz que se colaba por la persiana medio rota. Nunca le gustó abrir los ojos para tener que ver el minúsculo cubículo donde dormía, vivía y escribía. Eso era, un cubículo. Gris, frío, húmedo. Pero con el sueldo que cobraba trabajando en el periódico no le llegaba para más.
Odiaba la rutina. Y no le quedaba más remedio que soportarla, que inundarse de ella. Todas las mañanas salía de su casa y bajaba las escaleras que iban al portal, que crujían bajo su peso. Desenterraba su vieja bicicleta de la nieve que caía durante la noche y se disponía a acudir al periódico como siempre, contemplando las calles encharcadas y oscuras llenarse de gente.Liz pensaba que en el mundo había demasiada gente, demasiada gente como para fijarse en un ser como él. Como su padre solía recordarle: "Aquí, hijo, solo somos diminutos puntos. Y si no llegas a raya no mereces nada"Liz no sabía si esa frase de su padre tenía lógica, lo único que sabía era que esa frase era el único recuerdo que le dejó su padre antes de morir.
Miles de pensamientos cruzaban su mente mientras pedaleaba, mientras su cuerpo temblaba al pensar que el día aún no había acabado. El momento del día que mejor le hacía sentirse era la noche, cuando estaba sentado frente al escritorio, escribiendo, cuando él era la única persona existente en el mundo.
Acababa de girar esa esquina mugrienta que le resultaba tan familiar cuando divisó, ya tantas veces, el edificio donde trabajaba, y donde todos los días alguna persona le miraba como si no fuera de este mundo. Pero a pesar de eso, y de mucho más, siempre entraba por la puerta y se dirigía a su mesa, donde dejaba sus cosas y se ponía a redactar alguna ridícula columna, que luego, al publicarla, no apareciá bajo su nombre, sino bajo el de un tal L.A. Stogger. Nunca le importó. Nunca le interesó esa gente, ni lo que hacían con él. Cuando acababa la jornada de trabajo, dejando atrás todas esas miradas, regresaba a su casa recorriendo las mismas calles que antes, viendo a las mismas gentes, solo que con una pizca de tristeza más en su cara. Recorría el camino bajo una nieve que caía a copos metálicos sobre sus manos, dejándolas más frías de lo que estaban. Pero el pensaba, y creía, que en estos momentos la nieve era su único confidente.