miércoles, 21 de enero de 2009

libres

El cielo se cae continuamente sobre nuestras cabezas. Pero el tiempo pasa tan ràpido que no nos damos cuenta. Somos, sentimos, pensamos, actuamos. Siempre planeando el cambio. Siempre sin frenos. Que si el cielo es de algodón y el agua de suspiros. De qué somos las personas? Unos de galleta bañada, otros de carbón moteado. Y somos nosotros los que dejamos que el cielo se nos venga encima. Y somos nosotros quien pasamos las páginas buscando una solución. Y es el tiempo quien pasa las páginas por nosotros. El tiempo, nuestro gran confidente.

2 comentarios:

El chache dijo...

Que se les caiga el cielo encima era a lo unico a lo que le tenian miedo los galos.
Si que a veces se siente uno como si todo se le viniera encima.
Un saludete

Camaleona dijo...

Yo soy de chocolate con leche, sin ninguna duda.